Jhoander PerezRespirando oxigeno desde el año 1996. Escritor de fines de semana, con mucho tiempo para leer. Amante de lo histórico y simbólico. Busco interpretar mi mundo en letras.
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Cuidado bajo tu cama.
Era una de esas noches calurosas donde la gente duerme con las ventanas abiertas, ¿El año? El verano de 1900 en algún poblado del sur. Una familia vivía en una casa al estilo victoriano, era una familia disfuncional para ése entonces, solamente una madre y tres hijos, uno mayor de 20 años, una hermosa adolescente de 16 años, quién era la que más resaltaba por su belleza y su gran carisma, también había una bebé de tres años aproximadamente. Era una familia muy misteriosa, según lo que cuentan.
Una noche, luego de varios meses de vivir allí esta familia comenzó a tener sucesos extraños, especialmente la adolescente, (a quien llamaremos Leticia) sucesos tales como: pesadillas, extrañas quemaduras, rasguños, sentía presencias de personas que no estaban en el lugar del todo.
Ella sentía todo esto pero no le decía nada a su madre hasta que una noche todo explotó: En su cuarto vio formarse una figura alta y densa, con un cabello largo, muy largo, sus movimientos eran inhumanos, a tal punto que en un parpadeo esta figura desapareció, pero sintió que estaba debajo de su cama, ella sentía miedo, pero sobretodo curiosidad. Tan fuerte fue su curiosidad que no pudo evitar mirar por debajo de su cama… mala idea.
El ente anteriormente descrito se presentó ante ella, cara a cara, viendo unos dientes enormes y afiliados, sin ojos, solamente con la cavidad ocular y con una respiración fría y aterradora que a cualquiera helaría la piel. Éste extraño ser salió de la oscuridad de la cama de Leticia, la miró fijamente mientras le iba quitando su sabana y hacia sonidos bastante sádicos (como Daniel Ortega en Isla Presidencial).
La pequeña Leticia quería gritar, pero el miedo la tenía paralizada. Sentía las desgarradoras y frías uñas de este ser subiendo por sus piernas, hacia su sexo, ella no podía imaginar lo que pasaría…
Este maligno ser producto de una extraña fuerza sobrenatural se iba haciendo cada vez más grande en todos los aspectos, hasta tal punto que parecía que toda la habitación fuese él. Comienza a manosear a Leticia, quién, por su mente no pasa nada más que miedo y terror ante aquel extraño suceso que estaba viviendo.
La presencia sube sus afiladas garras por los muslos de Leticia y acerca sus ojos a los de ella mientras le sonríe malevolamente, La joven asustada sacó fuerzas de donde no la tenía y lanzó un desgarrador grito que todo el pueblo pudo oír. Rápidamente su madre sale corriendo hacía la habitación, pero como la fuerza de este espectro era tan grande se le hacía imposible abrir la puerta.
Mientras, adentro, Leticia sufría toda una pesadilla pero real. Las garras del sujeto entran en su joven y virginal vagina, haciendo que los ojos de Leticia se pierdan en un increíble dolor. Siente que dentro de ella hay millones de cucarachas entrando por su cavidad vaginal, pero no, no son cucarachas; son tarántulas. Este tipo continúa adentrándose hacía el sexo de la joven, ella está paralizada, pero lanza unos gritos aterradores, tan fuertes que el mismo sacerdote del pueblo llegó al lugar sin que nadie lo llamara. Ni los bomberos, ni la policía, ni el cerrajero del pueblo podían abrir aquella puerta para salvar a la joven de una fuerte tortura.
Leticia sangraba sin parar mientras las tarántulas entraban más en ella, sentía como estos bichos ponían sus huevos dentro de ella y era completamente espantoso. El maligno ser se comenzó a reír mientras penetraba aún más fuerte con aquellas garras su zona privada. Agarró a la joven de un metro cincuenta y cuatro centímetros de estatura por el cuello con un tentáculo que le salía de la espalda, mientras la estrangulaba lentamente metía su mano libre dentro de su boca, como cualquier violador extremista del mundo.
Ya, Leticia, violada, maltratada, ahorcada, veía como toda su vida pasaba por delante. Todos sus sueños sin cumplir, los veía pasar uno a uno por su cabeza, hasta que aquel misterioso invasor se cansó de ella, le clavó sus frías y filadas garras en su vientre, de allí salieron las tarántulas que anteriormente éste había introducido, lanzó a Leticia contra la pared fracturandole la columna y el cráneo. Murió al instante del golpe. Pero esto no era todo para el sádico espectro: él agarró el cuerpo de leticia y comenzó a golpearlo como si la pobre niña fuese un saco sucio de boxeo, desde afuera de la habitación la madre podía escuchar los golpes que le daban a su hija, sin poder hacer nada aún.
Ya, era tarde. Leticia estaba muerta, completamente desfigurada por la golpiza dada por una maligna aparición. Al ver que el cuerpo tenía todos los huesos fracturados este ser se marchó y la puerta quedó abierta, siendo la madre la primera en ver a su hija en aquel estado, derrumbándose inmediatamente. Todo culpa de un extraño y misterioso ser.
Por: Jhoander Pérez
Una noche, luego de varios meses de vivir allí esta familia comenzó a tener sucesos extraños, especialmente la adolescente, (a quien llamaremos Leticia) sucesos tales como: pesadillas, extrañas quemaduras, rasguños, sentía presencias de personas que no estaban en el lugar del todo.
Ella sentía todo esto pero no le decía nada a su madre hasta que una noche todo explotó: En su cuarto vio formarse una figura alta y densa, con un cabello largo, muy largo, sus movimientos eran inhumanos, a tal punto que en un parpadeo esta figura desapareció, pero sintió que estaba debajo de su cama, ella sentía miedo, pero sobretodo curiosidad. Tan fuerte fue su curiosidad que no pudo evitar mirar por debajo de su cama… mala idea.
El ente anteriormente descrito se presentó ante ella, cara a cara, viendo unos dientes enormes y afiliados, sin ojos, solamente con la cavidad ocular y con una respiración fría y aterradora que a cualquiera helaría la piel. Éste extraño ser salió de la oscuridad de la cama de Leticia, la miró fijamente mientras le iba quitando su sabana y hacia sonidos bastante sádicos (como Daniel Ortega en Isla Presidencial).
La pequeña Leticia quería gritar, pero el miedo la tenía paralizada. Sentía las desgarradoras y frías uñas de este ser subiendo por sus piernas, hacia su sexo, ella no podía imaginar lo que pasaría…
Este maligno ser producto de una extraña fuerza sobrenatural se iba haciendo cada vez más grande en todos los aspectos, hasta tal punto que parecía que toda la habitación fuese él. Comienza a manosear a Leticia, quién, por su mente no pasa nada más que miedo y terror ante aquel extraño suceso que estaba viviendo.
La presencia sube sus afiladas garras por los muslos de Leticia y acerca sus ojos a los de ella mientras le sonríe malevolamente, La joven asustada sacó fuerzas de donde no la tenía y lanzó un desgarrador grito que todo el pueblo pudo oír. Rápidamente su madre sale corriendo hacía la habitación, pero como la fuerza de este espectro era tan grande se le hacía imposible abrir la puerta.
Mientras, adentro, Leticia sufría toda una pesadilla pero real. Las garras del sujeto entran en su joven y virginal vagina, haciendo que los ojos de Leticia se pierdan en un increíble dolor. Siente que dentro de ella hay millones de cucarachas entrando por su cavidad vaginal, pero no, no son cucarachas; son tarántulas. Este tipo continúa adentrándose hacía el sexo de la joven, ella está paralizada, pero lanza unos gritos aterradores, tan fuertes que el mismo sacerdote del pueblo llegó al lugar sin que nadie lo llamara. Ni los bomberos, ni la policía, ni el cerrajero del pueblo podían abrir aquella puerta para salvar a la joven de una fuerte tortura.
Leticia sangraba sin parar mientras las tarántulas entraban más en ella, sentía como estos bichos ponían sus huevos dentro de ella y era completamente espantoso. El maligno ser se comenzó a reír mientras penetraba aún más fuerte con aquellas garras su zona privada. Agarró a la joven de un metro cincuenta y cuatro centímetros de estatura por el cuello con un tentáculo que le salía de la espalda, mientras la estrangulaba lentamente metía su mano libre dentro de su boca, como cualquier violador extremista del mundo.
Ya, Leticia, violada, maltratada, ahorcada, veía como toda su vida pasaba por delante. Todos sus sueños sin cumplir, los veía pasar uno a uno por su cabeza, hasta que aquel misterioso invasor se cansó de ella, le clavó sus frías y filadas garras en su vientre, de allí salieron las tarántulas que anteriormente éste había introducido, lanzó a Leticia contra la pared fracturandole la columna y el cráneo. Murió al instante del golpe. Pero esto no era todo para el sádico espectro: él agarró el cuerpo de leticia y comenzó a golpearlo como si la pobre niña fuese un saco sucio de boxeo, desde afuera de la habitación la madre podía escuchar los golpes que le daban a su hija, sin poder hacer nada aún.
Ya, era tarde. Leticia estaba muerta, completamente desfigurada por la golpiza dada por una maligna aparición. Al ver que el cuerpo tenía todos los huesos fracturados este ser se marchó y la puerta quedó abierta, siendo la madre la primera en ver a su hija en aquel estado, derrumbándose inmediatamente. Todo culpa de un extraño y misterioso ser.
Por: Jhoander Pérez