DIARIO PARA UN CUENTO.
Este jueves 28 en la ciudad de Barquisimeto fue proyectada en la Alianza Francesa, Diario para un cuento, una adaptación homónima a uno de los cuentos de Cortázar y realizada por la directora checa Jana Bokova, fue una actividad promovida por el IMCA (Instituto Municipal de Cultura y Arte) en conmemoración al centenario de Julio Cortázar, la película fue exhibida gracias a la colaboración de la Embajada Argentina que puso a disposición el filme.
La película en cuestión es una coproducción Argentina-Española de 1998, tardo 6 años en realizarse debido a que a las dificultades para conseguir los derechos…pero que al final termino rindiendo frutos. A pesar de ser una adaptación libre toma muchos aspectos biográficos de la vida del escritor y su universo literario con mucha profundidad.
La historia cuenta la vida de Elías Dennis, un traductor de libros en Buenos Aires con aspiraciones de ser un gran escritor y como se encuentra constantemente dividido en dos mundos, uno es el que se encuentra todas las noches en el Cabaret de El Gato Negro cerca del puerto, lleno de prostitutas y mafiosos, y el segundo es el la clase alta argentina en compañía con su pareja oficial, Susana.
Elías al poco tiempo se convierte en el traductor oficial de cartas que mandan los clientes y enamorados extranjeros de las prostitutas, llevándolo a estar cada vez más inmerso en aquel mundo pero al mismo tiempo sintiéndose extasiado con todas las anécdotas y experiencias que como escritor lo beneficiarían, sin embargo, también descubrirá complicadas tramas que lo involucraran de una u otra forma en traiciones, celos y amores rotos, como el de la joven prostituta Annabelle…
La película es un perfecto homenaje a Cortázar, lleno de detalles que se podrían pasar por alto si no se está al tanto familiarizado con su vida o su obra, pero de todas formas sigue siendo una experiencia disfrutable, pues más que una adaptación a su obra también resulta ser un homenaje a lo que significa ser un escritor y más aun lo que significa sentirse aislado.
Efectivamente esto es Elías, un ser aislado. Casi se siente como un extranjero en su propia tierra, alguien que se mueve en distintos mundos sociales pero que no termina por pertenecer nunca a ninguno de ellos en particular, al contrario, posiblemente sea prescindible en todos ellos. Sin embargo, jamás se le ve preocupado por esto, algo que hace a Elías un personaje tan carismático es su capacidad de no acomplejarse y disfrutar cada momento que la vida le da para convertirlo en una excelente historia o anécdota que contar a futuro...excepto cuando se trata del amor, en esos asuntos podría decirse que tiene más complicaciones de las necesarias.
Algo que puede decirse que caracteriza a este filme es el constante uso del humor, el carisma y por supuesto, su atmosfera bohemia en el contexto histórico que intenta representar además de las imperdibles referencias literarias y el constante uso de Jazz y tango para contrastar las acciones de los personajes, hacen de esta obra un producto artístico bien equilibrado y apto para los amantes de la literatura de Cortázar y de todas las formas de expresión artística por igual…es una película que te hace recuperar el amor por aquello que te hace distinto y la pasión por lo que disfrutas hacer.
por: Luis de Leon
La película en cuestión es una coproducción Argentina-Española de 1998, tardo 6 años en realizarse debido a que a las dificultades para conseguir los derechos…pero que al final termino rindiendo frutos. A pesar de ser una adaptación libre toma muchos aspectos biográficos de la vida del escritor y su universo literario con mucha profundidad.
La historia cuenta la vida de Elías Dennis, un traductor de libros en Buenos Aires con aspiraciones de ser un gran escritor y como se encuentra constantemente dividido en dos mundos, uno es el que se encuentra todas las noches en el Cabaret de El Gato Negro cerca del puerto, lleno de prostitutas y mafiosos, y el segundo es el la clase alta argentina en compañía con su pareja oficial, Susana.
Elías al poco tiempo se convierte en el traductor oficial de cartas que mandan los clientes y enamorados extranjeros de las prostitutas, llevándolo a estar cada vez más inmerso en aquel mundo pero al mismo tiempo sintiéndose extasiado con todas las anécdotas y experiencias que como escritor lo beneficiarían, sin embargo, también descubrirá complicadas tramas que lo involucraran de una u otra forma en traiciones, celos y amores rotos, como el de la joven prostituta Annabelle…
La película es un perfecto homenaje a Cortázar, lleno de detalles que se podrían pasar por alto si no se está al tanto familiarizado con su vida o su obra, pero de todas formas sigue siendo una experiencia disfrutable, pues más que una adaptación a su obra también resulta ser un homenaje a lo que significa ser un escritor y más aun lo que significa sentirse aislado.
Efectivamente esto es Elías, un ser aislado. Casi se siente como un extranjero en su propia tierra, alguien que se mueve en distintos mundos sociales pero que no termina por pertenecer nunca a ninguno de ellos en particular, al contrario, posiblemente sea prescindible en todos ellos. Sin embargo, jamás se le ve preocupado por esto, algo que hace a Elías un personaje tan carismático es su capacidad de no acomplejarse y disfrutar cada momento que la vida le da para convertirlo en una excelente historia o anécdota que contar a futuro...excepto cuando se trata del amor, en esos asuntos podría decirse que tiene más complicaciones de las necesarias.
Algo que puede decirse que caracteriza a este filme es el constante uso del humor, el carisma y por supuesto, su atmosfera bohemia en el contexto histórico que intenta representar además de las imperdibles referencias literarias y el constante uso de Jazz y tango para contrastar las acciones de los personajes, hacen de esta obra un producto artístico bien equilibrado y apto para los amantes de la literatura de Cortázar y de todas las formas de expresión artística por igual…es una película que te hace recuperar el amor por aquello que te hace distinto y la pasión por lo que disfrutas hacer.
por: Luis de Leon